Coselete [media armadura]

El coselete era el arma defensiva del soldado al que daba nombre, el cual iba armado con pica.

El coselete podía ser liso [blanco [1] o negro] o grabado [adornado] hasta producirse algunos de enorme calidad, con filigranas doradas, pero como escribiera Tirso de Molina:
El que sin dicha se emplea,
ni el coselete grabado,
ni el puesto más retirado,
ni la militar trinchea
darán defensa segura,
si una bala se abalanza que a
todas partes alcanza.

Asalto nocturno de Ardrés. Detalle. 
En el caso del hierro sin tratamiento, era necesario bruñirlo [pulirlo] para evitar la aparición del óxido.

Y siendo embarcados los maestros de campo, capitanes, cavalleros, gentiles hombres y infantería española y cavalleros de la Religión, y armados de sus coseletes dorados, blancos, laboreados y gravados, y sus picas altas en las manos y sus arcabuzes cargados, tocando las tronpetas de las galeras y atanbores de todos los tercios començaron a navegar y dar la buelta para África
Historia de la guerra y presa de Africa, por Pedro de Salazar. 1552

La estética era importante - aunque interpreto que no fundamental - hasta el punto que un teórico del arte de escuadronar, se ocupaba dando un ejemplo de cálculo para formar un escuadrón cuadro de gente, ofreciendo todas sus caras unas hileras de coseletes grabados - disponiendo de número suficiente de ellos - quedando los coseletes blancos para las posiciones interiores, y ofreciendo al enemigo la "mejor cara":





Composición


El coselete completo [o cumplido] estaba compuesto de las siguientes piezas:

Morrión o capacete [protección de la cabeza]
Peto [protección del torso]
Espaldar [protección de la espalda]
Gola o gorguera [protección de la parte baja del cuello, adonde no arribaba el peto]
Guardabrazo [u "hombrera", pieza que protegía el hombro, parte del pectoral y homóplato y parte del brazo - pero sin llegar al antebrazo]
Brazal o brazalete [protección del brazo y antebrazo; incluía un codal para articular las dos partes largas de que se componía]
Escarcelas o faldar [piezas en forma de lamas sujetas por una correa pendientes del peto, para protección de la zona comprendida entre la cintura y el muslo]
Manopla o guantelete [protección de las manos; no he visto ninguna representación donde apareciera un soldado con esta pieza]

Coselete con todas las piezas cumplidas, según
grabado realizado en Colonia el año de 1577.



Evolución: pérdida de piezas

Las piezas que se fueron perdiendo, según entendieron eran las partes del cuerpo merecían menos protección, fueron las siguientes: manoplas, brazales y guardabrazos


Para posteriormente perder la gorguera y las escarcelas, quedando reducido a una composición sencilla de peto, espaldar y morrión, que sería el equipamiento más habitual de un coselete para la primera mitad del XVII.

En 1699, Sebastián Fernández de Medrano escribía lo que sigue:
"[...] el casco, o morrión no lo podra sufrir ahora un hombre en la cabeza, ni menos el peto o el espaldar, y no obstante se armaron todos así por lo pasado [...]"
Efectivamente, eran tiempos pasados.

Las armas defensivas dejaron de llevarse, hasta el punto de desaparecer para la infantería con el declinar del siglo XVII, que tuvo también consigo la desaparición del soldado que la portaba, pues los ejércitos del nuevo siglo entrante desterraron la pica de sus arsenales.



Protección y peso

A medida que la potencia de las armas de fuego aumentaba, la protección ofrecida por las láminas de acero de que se componían las armaduras, descendía, pero frente a armas blancas - como la pica - la protección de un sencillo peto era suficiente para rechazar la afilada moharra.

Frente a armas de fuego potentes como el mosquete - la pistola no entra en esta categoría - la protección que ofrecían las armaduras no era demasiada, dependiendo, claro está, de la distancia a la cual se disparase. No obstante esto, se hicieron armaduras "a prueba" [generalmente sólo el peto y el morrión o celada]. Estos "petos fuertes" podían ser a prueba de arcabuz o de mosquete, y se suministraban por parte de los armeros con la "prueba", la señal del impacto de una bala disparada contra el peto, la cual lo había abollado, pero no traspasado.

Estas armas fuertes, pesaban tanto que dificultaban los movimientos, y generalmente, se reservaban para las observaciones que los ingenieros y otros jefes militares debían realizar durante las obras de asedio a una plaza, operación que les imponía aproximarse a las murallas defendidas por mosqueteros, con potentes mosquetes de posta y naranjeros. Un coselete "a prueba" de mosquete conservado en la Real Armería, tenía un peso de 69 libras [31kgs], sin contar con un morrión de 20 libras de peso [9.2kgs]. Con este equipamiento, difícilmente podría alguien moverse sin quedar rendido, y mucho menos verse ejecutando movimientos ágiles.


Asalto nocturno de Ardrés - detalle escena central. Podemos ver el coselete grabado y dorado del oficial, y otro más modesto de un coselete [piquero armado con coselete] que le sigue. Tienes todas las piezas cumplidas, menos las escarcelas o faldar.

La protección "a prueba" en todo caso, era válida frente a balas labradas íntegramente en plomo. En los "Dialogos militares: de la formacion, è informacion de personas, instrumentos, y cosas necessarias para el buen vso de la guerra", de Diego García de Palacio, se ofrece el truco para romper esta protección: labrar la bala con un dado de acero como núcleo, que se metía en el molde antes de verter el plomo, aunque el plomo quedara aplastado contra la plancha de acero del peto, el dado conseguía penetrarlo.

Lo normal, no obstante, es que los coseletes ofrecieran una buena protección frente a armas blancas, y una moderada protección frente a armas de fuego. Para profundizar en este tema, es recomendable leer lo aportado sobre la efectividad de las armas de fuego portátiles y la protección de las armaduras frente a pistolas, arcabuces y mosquetes en el siglo XVI.


El peso de un morrión o capacete normal, era de entre dos libras y media y tres libras y media [1-1,5 kgs]. Un peto - la parte principal - pesaba entre 6 y 9 libras [3-4 kgs], habiendo "plumas" de hasta 3,5 libras [1.5kgs] y petos fuertes de 20 o más. En teoría, el espaldar era más ligero, siendo más delgado que la parte frontal.
El peso conjunto de un coselete cumplido [completo, con todas las piezas indicadas arriba] era de en torno unas 35-40 libras [16-18 kgs] con las múltiples variaciones que podrían existir, respecto a las distintas piezas que lo conformaban.

Hay que tener en cuenta, que una armadura completa, de los pies a la cabeza, no pesaba más allá de 40 kgs, aunque hubo algunas de mucho más [conjuntos de 100 libras y más]. 16 kgs puede parecer poco o mucho peso, pero el coselete [el soldado] no sólo llevaba este elemento defensivo: cuanto menos había de acarrerar espada, daga y pica, y en ocasiones llevarse la propia comida y otros pertrechos.
Así no era infrecuente que en diversas relaciones se recogiera como algunos de ellos "caían muertos ahogados", sobretodo tras ejecutar grandes marchas, como la que se hizo en Malta [1565] en persecución de los turcos que huyeron a espaldas vueltas.



Coste

En este particular, no he realizado demasiadas indagaciones, pero en una relación de la Gran Armada, se indicaba un coste medio de 100 reales por unidad [dos terceras partes blancos, y una tercera grabados].
Este equipamiento, como el resto que le era entregado al soldado, era descontado de su sueldo, o "entregado a cuenta".
Un coselete recibía una paga de 3 escudos, más una ventaja de 1 escudo.
Teniendo en cuenta que un escudo valía 10 reales, para pagar su armadura, el coselete debía dedicar dos meses y medio de sueldo completos.

En 1543-1544 se descontaba "solo" 4 escudos por la entrega de un coselete de munición labrado en Brescia. 



Moda

El coselete tenía también su moda nacional, siguiendo un patrón que aunaba estilo con practicidad, así, los alemanes se armaban en la primera mitad del XVI con coseletes 'góticos', que ofrecían superficies planas donde era, según los autores de la época, difícil de afirmar la pica, y por tanto, era más probable que el bote de la pica fuera desviado y el arma no llegara a herir al que la portase.

Coselete español a mediados del XVI. Códice de traje de 1547. Biblioteca Nacional de España


Coseletes alemanes de mediados del XVI. Códice de traje de 1547. Biblioteca Nacional de España


Aún así, queda testimonio de que los soldados viejos españoles preferían coseletes italianos [de Brescia] y denostaban los alemanes, como declara Francisco Duarte, en carta de julio de 1544:

En lo que toca a los cosoletes y murriones de la munición de V.Mt, digo q yo había hordenado, q se trayesen con diligencia a Sant Michel, y q de allí me trayesen luego a este exer[ci]to CC cosoletes, y CCC morriones pa[ra] repartir, entre todas las compañías de Infanteria española, de los dos tercios q aca estan / por q ay en ellas muchos buenos soldados viejos y hombres muy honrados, y conoscidos q estan desarmados / por q no han havido Armas, ni donde podellas hazer, ni comprar a su proposito / y uno destos Soldados viejos antes se yrá desarmado a una bateria o a una batalla, q no con armas de las q en esta tierra se pueden haver de talles cortos a la tudesca.
El virrey hazia quenta, e yo por su mandado tengo asi hecho el rrepartimiento / que de los D cosoletes y IU morriones q tenemos, se dexen los trezientos cosoletes y setecientos morriones, para repartir entre las vanderas de Infant[eri]a española, q trahe Vasco de Acuña / porq se sabe que trahen pocas armas, com prosupuesto e determinacion q quando vengan los otros quinientos cosoletes e mill morriones que se havrian ya de haver enviado desde Bresa, se les daran a los dichos españoles nuevos, otros treszientos cosolettes y seiscientos o setecientos morriones y de esta manera los unos y los otros quedaran armados honestamente, y assí le paresce al dicho Virrey, q se debe proveer esto / si V.Mt no fuere servido de otra cosa

Carta de Francisco Duarte, comisario general del ejército imperial en Francia, a Carlos V,
data en Ligni, a 24 de julio de 1544 [AGS, E, 500, 156.2]


Notas

[1] Por blanco se entiende el color natural del metal; la denominación empleada en la época era esa.

3 comentarios :

Anónimo dijo...

Excelente entrada, permíteme un par de consultas:

--Morrión o cabacete [protección de la cabeza]

¿No será capacete? Y eso que aparece en más sitios.

Aclaro que, quitando a Parker hace mucho, no he leído ninguno de los libros de tu bibliografía, y que espero impaciente nuevas entradas. Muchísimas gracias por tu trabajo.

Carlos Valenzuela dijo...

Gracias por su comentario.

Efectivamente, el término en un español correcto es capacete, con p de Palencia.
Mi excusa es que después de consultar literatura anglosajona, para poder dar una estimación de los pesos, se me quedó fijada la dichosa B del término inglés "cabasset" [que seguramente será una aliteración de algún término en alguna lengua continental, ya sea el español o el italiano] e incurrí yo mismo en una aliteración.

Se agradece que el lector participe.

La bibliografía es otra entrada que debería actualizar, pero...

Santiago Taboada dijo...

Hago una observacion en el tapiz del asalto a Ardres, La armadura dorada y grabada pertenece al archiduque Alberto que va precedido de un oficial de su Estado Mayor con media coraza negra y la banda encarnada de oficial.