Clavar cañones

Por clavar un cañón, se entiende la operación que consistía en inutilizar los cañones del enemigo introduciendo precisamente un clavo por el fogón de la pieza de artillería, de manera que este quedaba inutilizado, pues era precisamente este fogón - agujero en el cañón - por donde se prendía la pólvora alojada en la recámara.

En la primera escena de la película Alatriste se entiende que la encamisada tiene como uno de sus objetivos, precisamente, el inutilizar las piezas de los rebeldes holandeses.

Era una facción de guerra que no era infrecuente, por los testimonios que nos han dejado distintos cronistas:

Bernardino de Mendoza
Los rebeldes de la villa [de Harlem], entre otras salidas, hizieron una con seiscientos alemanes por la Sylporta, con disignio (a lo que refirieron prisioneros) de desalojar a los nuestros del rebellín, [...] viniendo por las espaldas de las trincheas a clavar la artillería, ayudados de la niebla que hazía, con la cual llegaron sobre la misma artillería con tanta osadía algunos rebeldes que, peleando junto a los cañones, murieron, hallándoles los clavos y martillos que traían para efectuarlo.

Alonso Vázquez
peleando con mucha gallardía le habían muerto casi seiscientos hombres, y le ganaron tres piezas de artillería, gruesas , y dos culebrinas ; y con honroso trabajo las retiraron dentro de Roam , dejándoles enclavados otros tres cañones , y arrasados más de doscientos pasos de trinchera.

Carlos Coloma
Con todo eso, entraron algunos soldados nuestros, que murieron procurando enclavar la artillería enemiga

Las piezas de artillería eran el elemento clave en el asedio de una plaza fuerte. En las dos piezas de la ilustración se puede ver el fogón perfectamente.

Salida que hacen los de la guarnición de Los Gelves sitiados por los turcos en 1560, en la "Relación de la jornada que hicieron á Trípol de Berbería las armadas católicas, años 1560 y 61":
A 2 de junio, primero día de Pascua de Espíritu Santo, salieron por la parte de Levante 600 hombres de todas naciones, y llegados á las trincheas de los enemigos, se las ganaron, matando y hiriendo muchos, hasta hacerles desamparar el artillería. Enclaváronle dos piezas della, con punteroles, por no llevar recado de otra cosa. Pudiéranles quemar la pólvora: no osaron hacerlo por no quemarse ellos también

Los punteroles, según el DRAE, eran almaradas - agujas grandes - para coser alpargatas. No disponían de clavos, así que usaron las herramientas de que disponían para llevar a cabo su propósito.

También en la misma relación se explica que una compañía de soldados sicilianos - la de Lope de Figueroa, no el homónimo Lope de Figueroa que fue maestre de campo - se amotinó, y antes de abandonar el galeón que les transportaba en unas barcas, clavaron la artillería del mismo para que no se les disparase:
En el galeón de Cigala iba una compañía de sicilianos del Capitán Lope de Figueroa y otra de gastadores. En viéndole surto, hicieron lo mesmo que los calabreses, y aún más, porque mataron al Sargento y llevaron al Alférez ligado en tierra, y trataban de tirarle con las escopetas. El Capitán de la compañía había quedado en Malta. Primero que salieron del galeón enclavaron el artillería porque no les tirasen con ella, y no pudiendo caber todos en las dos barcas, quedaron de los amotinados hasta 24 ó 30.


En la defensa de Bugía en el año de 1555, se quiso hacer una salida para clavar la artillería turca. Aunque la empresa se consideró fácil, porque en la guarda del artillería no había más de hasta cien turcos, que á pedradas bastaban á desbaratarlos, se abortó porque otros oficiales del rey, acobardados, lo impidieron. En todo caso, es la descripción más detallada que he encontrado, y vale la pena reproducirla aquí, pues hasta nos explica que los clavos fueron fraguados ex profeso para la empresa:
mi parecer sería que se enmendase para delante y se mandare abrir esa puerta de la ciudad, y que la noche que viene ó la otra siguiente saliésemos á ellos á media noche, ó cuando más descuidados estuvieren, y yo saldré por la puerta con treinta ó cuarenta de caballo, y que salgan doscientos hombres de pie, escogidos, por la tronera donde dan la batería, lo más secretamente que se pudiere hacer, y entre ellos han de ir veinte hombres de hecho con veinte clavos de acero del tamaño que yo daré y veinte martillos, cada uno el suyo, y éstos han de llevar solamente sus espadas y rodelas y armaduras de cabeza y otras armas defensivas, y éstos no han de tener otro cuidado más de cuando arremetieren los de caballo y de pie, estos veinte han de arremeter derechos al artillería y cada uno á su pieza meterles los clavos por los fogones cuanto pudieren y luego quebrarlos, y esto entre tanto que la gente de caballo y de pié anduviéremos revueltos con los que guardan el artillería 
[...]
y así con este concierto se fueron de allí y luego el Capitán mandó traer unas barretas de acero para hacer los clavos, y dende un rato se metió el Capitán con el contador Pamenes solos en la fragua y se comenzaron á hacer los clavos

Parecer del contador Pamenes y respuesta del capitán don Alonso Carrillo de Peralta, alcaide de Bugía, durante la pérdida de la plaza asediada por los turcos en 1555.

Los clavos, claro, debían ser de hierro fundido para poder quebrarse con facilidad y no poder ser atenazados para posteriormente ser extraídos con herramientas. 



Inutilizar los propios cañones

Cuando una plaza fuerte estaba a punto de capitular, o bien había capitulado ya, un engorro que se podía causar al ejército que había de entrar en ella vencedor era clavarle los cañones que en ella estaban, para dejarlos inutilizados, aunque fuera temporalmente. También - como ejemplifica Lechuga en el caso de la plaza de Calais - cuando se abandonaba la defensa de un circuito de la plaza fuerte - en ese caso, la ciudad - y la guarnición se retiraba a otro - en ese caso, el castillo - era imprescindible inutilizar los cañones, siendo muy dificultoso, sino imposible, retirar las piezas llevándolas consigo a la posición última de defensa.

Reutilización del cañón enclavado

Los cañones quedaban inutilizados, aunque no eran irrecuperables del todo. Cristóbal Lechuga, en su "Tratado de la Artillería y Fortificación" da un método para desclavar un pieza: haciendo prender una carga de pólvora, habiendo taponado previamente la boca del cañón - dejando un agujero para prender la pólvora mediante mecha o reguero. Teóricamente, la explosión producida expulsaría el clavo.
En caso contrario, debía intentarse golpear el clavo para sacarlo por el ánima del cañón - meterlo dentro - o trepanar la pieza para abrir un nuevo fogón, método que - según Lechuga - era rápido de llevar a cabo, siempre que se dispusiese de un fundidor con su taller.

Método detallado por Cristóbal Lechuga en su tratado para desneclavar una pieza de artillería
Lechuga proponía que un fundidor abriera un nuevo fogón junto al clavo, como método más rápido y eficiente para solventar el enclavamiento de la pieza de artillería

Herramientas necesarias para hacer el fogón

Desde luego, el hecho es que la pieza podía quedar inutilizada al menos durante un periodo de tiempo, y dado que los asedios se realizaban con muy pocas piezas, este objetivo cumplido podía significar un revés importante para el enemigo.

1 comentario :

Dviscglio dijo...

¡Excelente!.. Han aclarado mis dudas al respecto. Ingenuamente pensaba que era "clavarlos" de punta en el suelo. La siguiente pregunta seria si se conocia el principio del taladro y la mecha para limpiar el botafuego de la pieza de metal que lo inutilizaba. Muchas Gracias.