Pistolas, arcabucejos y fistoletes

Después que Francisco de Carauajal se hallo en el dicho llano se apeo de su mula bermeja y caualgo en vn buen cauallo bayo y ensillado a la estradiota, y el yua armado de todas armas y vna lança en la mano de buen tamaño, con vn fistolete que lleuaua en el arçon delantero.

Historia de las Guerras Civiles del Perú, de Pedro Gutiérrez de Santa Clara.

Francisco de Carbajal era el maestre de campo de Gonzalo Pizarro. Estamos en Perú en 1546, y a nivel puramente tecnológico, me interesa la referencia del fistolete en el arçon [o arzón] antes que la silla estradiota [que parece ser un silla de armas o de brida, o sea, con estribos largos, pero diferente en su disposición a esta].
La anterior referencia de una pistola empleada en caballería era la de Diego Núñez Alba en sus "Diálogos de la vida del soldado" en relación a las tropas de herreruelos alemanes que lucharon durante las guerras de Esmalcalda. También en 1546-1547. Pero allí la referencia es a "arcabucejos de pedernal muy pequeños", que aunque se entienden que son pistolas, no eran el "meridiano" término "fistoletes" empleado por Santa Clara, nacido hacia 1520 en Nueva España.

Parece que el término fistolete, se derivaría de fístula - no como la herida supurante, sino como el caño o arcaduz, para conducir agua [¿caño/cañón, arcaduz/arcabuz, fístula/pistola?]. Sin entrar a determinar si un caño sería el conducto de mayor tamaño, y sus hermanos, los de menor, parece que hay una relación clara entre la denominación de las armas de fuego - que no dejaban de ser tubos - y los propios tubos para conducir agua.
Aún sin entrar a debatir la lógica de la anterior etimología, basándome en la recurrente apropiación de sonidos existentes para nuevos inventos [recordemos los "carneros de carga" para denominar las llamas andinas] y de la posterior deformación del mismo [¿acaso mimbre y cimbrar no tienen su raíz común en el viejo "bimbre" y vagabundo no es una versión mal escrita del lleno de significado y original vagamundo?] para devenir en la forma aceptada universalmente, lo cierto es que la palabreja tiene su valor en sí misma, pues algo sin nombre propio, es algo que carece de entidad, o lo que es lo mismo, de importancia, o sin ser tan radical, algo que no se diferencia tanto con la otra cosa del cual toma el anterior nombre, como para que merezca tal distinción.

Durante el reinado de Felipe II se emitieron dos pragmáticas contra tales armas: la una de 1558:
"[...] Porque nos fue fecha relación, a causa de haber arcabuces pequeños, con ellos se facian muertes secretas, matando los hombres a traición, y que no servían para otro efecto; mandamos, que de aquí en adelante no se labren en estos nuestro reynos, ni metan de fuera del reyno arcabuces menores de una vara de medir, o quatro palmos el cañón [...]".


la siguiente, de 1591:
"Prohibimos y defendemos que persona alguna destos nuestros reynos ni de fuera dellos sea osado de traer de dia ni de noche, en cualquier lugar o parte dellos, aunque vaya de camino, pistolete alguno que no tenga quatro palmos de vara de cañón; [...]" Reiterando asimismo la anterior prohibición de labrar pistoletes.


Y aunque las dimensiones del cañón puedan ser consideradas excesivas [1 vara = 4 palmos > 80cm] muchas pistolas de caballería tenían 60 cm de cañón y más en esta época, con lo cual, se estaba prohibiendo un arma que en principio era un arcabuz corto, y luego tuvo su entidad propia como pistolete, arma prohibida para el común de los ciudadanos.

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